jueves, 20 de agosto de 2015

¡Cómo te lo montas, todo el dia de conciertos!

Bueno, para inaugurar el blog, quiero dejar claro el trabajo del técnico de sonido (de directo).


 Cuando vas a escuchar un concierto, llegas a la sala, de mayor o menor tamaño y te encuentras con un escenario montado, un sistema de sonido montado y ajustado tanto en posición como en respuesta sonora para que suene lo mejor posible, un montón de micrófonos cableados y colocados a conciencia para que todo suene como debe, un montón de monitores (altavoces de referencia para los músicos) colocados en su debido lugar y cableados y una zona de control por lo general en el medio de la sala donde hay una mesa con un montón de cables y botones que hacen que todo lo anterior tenga sentido.

En el "mejor" de los casos, habrá otra mesa de estas encima del escenario que servirá para que los músicos se escuchen bien y puedan tocar agusto para que la óptima colocación de los micros, monitores y el óptimo ajuste del sistema de sonido estén bien aprovechados.
Además de todo este jaleo para el sonido, te encuentras con un entramado de estructuras plateadas sobre el escenario con doscientos cincuenta y siete mil (exagerando un poco) focos posicionados y enfocados al milímetro y conectados a una mesa, que por lo general está junto a la de sonido, para que tu experiencia en ese concierto sea tremenda!

Pues bien, dicho esto y metidos en situación, voy a intentar explicaros el trabajo del técnico de sonido.
Para empezar hay que distinguir entre el Técnico de P.A.(lo que mira al público), el Técnico de monitores(el que está en el escenario) y el Técnico de la banda(el de guante blanco).

Bien, de estos el que mejor vive el es Técnico de la banda.
Llega a la sala con el grupo, a la hora de la prueba y con todo montado y chequeado directo para empezar la prueba, de ahí lo de "de guante blanco".
Repasa el montaje y la microfonía y negocia los cambios necesarios para conseguir lo adecuado para que su grupo suene bien.
Aunque a simple vista pueda parecer que no es tan necesario que un grupo vaya cargando con una boca más que alimentar, en este componente puede estar la diferencia. Cuando un técnico conoce bien a los músicos y estos tienen confianza en el, se genera automáticamente un clima cómodo de trabajo que ayuda a rendir al 100% sobre el escenario.
Otro aporte del técnico de la banda es que conoce perfectamente los temas que van a ejecutar y va a conseguir que suenen como la banda quiere que suenen, lo más parecido al disco que acaban de editar y en el que han invertido mucho esfuerzo para que suene como suena.
Otro punto positivo desde el punto de vista de los músicos, es que si llevan un técnico propio, es a este al que le va a llamar la empresa de sonido para hablar cosas técnicas que a la mayoría de músicos les puede sonar a marciano y les puede llevar a mal entendidos en cuanto a requerimientos técnicos que pueden suponer que una banda no pueda ejecutar en condiciones su espectáculo.

El Técnico de P.A. y el de monitores forman parte de la empresa encargada de las luces y el sonido para el evento. Es decir, les toca recibir los riders técnicos de cada banda, leerlos e interpretarlos para poder hacer una planificación del material necesario y su distribución en el escenario y negociar con el técnico de la o las bandas cualquier diferencia existente en la configuración.
Una vez que han hecho las interpretaciones y las previsiones, les toca preparar todo el material debidamente organizado y etiquetado en sus correspondientes flight cases (cajas para transporte).
Para poder desplazarse es necesario meterlo en un vehículo, dependiendo del tamaño del bolo será un furgón, un camión o un trailer, y quien dice uno dice dos o tres.
Una vez cargado todo, después de pegarte una palicica guapa toca desplazarse hasta el lugar en cuestión porque lo del teletransporte me lo están mirando aun...
Legas a la sala, plaza, estadio o lo que sea y toca descargar. Con suerte puedes meter el vehículo hasta la boca del escenario, si no, pues toca descargar y hacer viajes intentando aprovechar al máximo las ruedas de la mayoría de flight cases. Ahora toca el montaje y aquí se dividen caminos. El de P.A. se encarga de lo que da al público y el de monitores de lo del escenario.
Una vez montado todo como debe estar hay que ajustar los sistemas de P.A. y monitores.
Por fin llega el grupo con su técnico y empiezan a probar. (Ya hablaremos otro día de este momento porque puede ser bastante crítico jeje). Empieza el bolo......todo muy bien y acaba.
El técnico de la banda se va y a los técnicos de P.A. y monitores de la empresa de sonido solo les queda desmontar todo lo que han montado con tanto esmero, cargarlo de nuevo en el o los vehículos con sus correspondientes doscientoscincuentaycuatro viajes, si eran necesarios, y volver a la nave donde les espera la descarga de todo el material mientras el sol, por lo general lleva picando un par de horicas ya.
Lo más asombroso que tiene esta profesión, para mí, es que después de toda esta paliza, tienes ganas de más porque realmente te apasiona y porque lo que te aporta el arranque del espectáculo te da energía de sobra para aguantarlo.

En resumen, a los técnicos de sonido de la empresa de sonido, les toca un palizón guapo de agachar el lomo, además de necesitar un montón de conocimientos técnicos para poder llevar a cabo un buen espectáculo.

En todo este proceso no he incluido al Técnico de luces, que son una raza aparte, pero les toca la gran currada de preparación y carga de material y se les suma el trabajar con estructuras a veces excesivamente grandes y excesivamente altas además de tener que programar todas las marcianadas de las mesas de luces, que no es poco.

Bueno, espero haberme expresado de una manera clara y amena y no os haya resultado un tostón. También espero que cuando vayáis al próximo concierto, tengáis una mirada un poco más crítica y podáis apreciar todo ese trabajo extra que está ahí pero se desconoce.

Sean Felices!

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